Mi experiencia con el lipedema es de odio y amor.
Me acompaña desde que tengo uso de razón. Nunca vi mis piernas como las de mis amigas, aun cuando pesaba 53 kg, mis piernas eran desproporcionadas, me pesaban, me dolían, aparecían morados por que sí.
Cuando tienes lipedema, todo te cuesta más, hasta conseguir un puesto de trabajo.
Cuando no eres consciente que el lipedema existe, de que tiene un nombre, es horrible. Te llena de culpa. Al no saber cómo tratarlo, no consigues mejorar los síntomas y es frustrante.
El día que supe que era una enfermedad, sentí un alivio enorme. Le puse un nombre, ya sabía lo que era, eso que me había martirizado toda la vida. Descubrí que había diferentes caminos para tratarlo, y eso me dio valor. Me empoderé, dejé de ser paciente, me involucré en mi enfermedad y en ayudar a otras personas a que conozcan que lo que les pasa y que se liberen ellas también de ese peso enorme que no sólo es físico, sino mental.
En este viaje, descubrí el apasionante mundo de la nutrición, ese afán por mejorar mi calidad de vida me llevó a estudiar, a buscar profesionales actualizados y comprometerme a llevar a cabo ciertas estrategias de cambio que me ayudaron por primera vez a sentirme mejor, y en poco tiempo esos cambios dieron sus frutos, tanto interior como exteriormente. Como suelo decir, “se me fue de las manos” a tal punto de cambiar de profesión, y convertirme de paciente, a sanitaria
Soy muy activa en Instagram @mediterraneanna_, y muchas chicas recurren a mí porque me han visto en mi recorrido, todos esos pasos que dí, hasta llegar a mejorar mis síntomas, y convivir en paz con la patología.
Es por ello que poder ayudarlas también a ellas, forma parte de este camino. Hoy tengo mi propia consulta online como dietista; también colaboro con una clínica especializada en lipedema y microbiota; y tengo consulta presencial en Barcelona, donde comparto casos clínicos con excelentes profesionales, de quienes aprendo cada día, en especial con la dra. Berzas Alama, quien fue me médica en mi proceso de cambio, y hoy es mi compañera de trabajo.
¿Qué puedo hacer cuándo descubro que tengo lipedema?
1º paso: Recupera la autoconfianza
Esto implica reconocer y aceptar el problema, y lograr la reconciliación interna. A menudo, somos nuestras peores críticas, evaluándonos con una perspectiva más crítica que la que utilizamos con los demás.
Este cambio en la actitud hacia uno mismo trasciende y se refleja externamente.
La sensación de culpa a menudo proviene de cómo nos hicieron sentir, ya sea de manera directa o indirecta. En un mundo que históricamente no ha estado preparado para aceptar la diversidad de cuerpos, nos vimos sometidos a miradas y juicios desde temprana edad, como si fuéramos objetos de curiosidad o rareza.
2º Paso: Cambiar los hábitos de vida.
Como digo a menudo a mis pacientes: “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” (esta frase no es de mi autoría, pero tampoco se a ciencia cierta su autor, lo cierto es que me parece brillante).
Este paso lo resumo en 5 puntos básicos imprescindibles a tener en cuenta en el tratamiento del lipedema
Como dietista, voy a centrarme en hablar del primer punto, la nutrición. Pero, antes me gustaría hacer una aclaración a cerca de la tan afamada alimentación “antiinflamatoria” en el tratamiento del lipedema. Este concepto (al menos como yo lo concibo):
- No es una dieta determinada en un tiempo.
- Es una consigna nutricional integrada en un estilo de vida activo.
- Se enmarca en una estrategia integral con la incorporación de nuevos hábitos de vida, de forma flexible que favorezcan la reducción de la inflamación y se conserven en el tiempo.
Dicho esto, te recomendaría que:
Intenta reducir todos aquellos productos y aspectos que propician los procesos inflamatorios (hay suficiente evidencia científica al respecto):
- Ultra procesados
- Carbohidratos de alto índice glucémico
- Lácteos de vaca
- Aceites hidrogenados >> (exceso de Ω6)
- Estrés
- Tabaco
- Alcohol
- Mal descanso
Incorpora alimentos antiinflamatorios:
- Ácidos grasos Ω3
- Polifenoles- antioxidantes (bayas y frutos del bosque)
- Vegetales con los colores del arcoíris
- Cúrcuma & pimienta, jengibre, canela, especias y hierbas aromáticas
- Té verde
- Alimentos fermentados (probióticos)
- Alimentos prebióticos, que sirvan de sustrato a tu microbiota
- Cocina para ti
Muévete:
- Fortalece tu musculatura
- Camina
- Proponte retos asumibles
- Practica yoga
Elige alimentos de proximidad y de temporada:
- Piensa en lo que compraría tu abuela
- Elige tus alimentos de temporada, de proximidad.
- Lee las etiquetas
- En lo posible, vigila su procedencia, si puedes que sea de cultivo o crianza ecológica
Contacta con la naturaleza, toma el sol:
- Ten contacto con la luz del sol, al menos 15' al día para ayudar a la síntesis vitamina D
- La vitamina D favorece la absorción del calcio, componente principal de los huesos
- Propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuro protectoras
- Contribuye a la salud del sistema inmune, a la función muscular y a la actividad de las células cerebrales
Hidrátate:
- Favorece la eliminación de toxinas que perpetúan la inflamación.
- Ayuda a la salud y tránsito intestinal
Descansa y respeta loso ciclos circadianos:
- Procura un sueño reparador, entre 6 y 8 horas adultos
- No uses pantallas antes de dormir.
- Evita la luz azul de noche, provoca fatiga y estrés visual.
- Cuando vayas a dormir, duerme para descansar, reparar y regenerar tejidos
Vive en “tribu”:
- Haz planes en familia
- Queda con amigos
- Forma parte de tu comunidad, hay muchos grupos de lippysisters, que pueden acompañarte
- Relaciónate, celebra la vida
- Asóciate, búscate asociaciones de lipedema que te ayuden a conectar con buenos profesionales que sepan de la patología.
Como vengo de otras profesiones, soy maestra y licenciada en arquitectura, y trabajé muchos años en diseño, me parece que una imagen vale más que mil palabras, así que volqué todo esto que te acabo de contar en una pirámide nutricional que lo resume, te dejo este regalito:
La información incluida en esta publicación es meramente material informativo, en ningún caso puede sustituir pautas alimenticias marcadas por un profesional, son recomendaciones generales, dentro de un entorno saludable. Cada una de nosotras es una persona especial, lo que es bueno para una, tal vez no lo sea para otra, así que presta atención a las recomendaciones de tu médico sobre todas las cosas.
La autora está exenta de toda responsabilidad sobre daños y perjuicios, pérdidas o riesgos, personales o de cualquier otra índole, derivados del mal uso de la información proporcionada en esta publicación
Anna Martínez Torelli, Mediterraneanna (dietética y nutrición)